Dicen que la mejor etapa de la vida de una persona es la de la adolescencia. Yo no lo discuto, pero vamos a ver, que también es un poco dura. Es bonita, preciosa, y supongo que viéndola alejados en el tiempo se ve aún más así. Sin embargo, a veces resulta complicado vivir en el cuerpo de un adolescente. Somos puro sentimiento, nuestro espíritu luchador, inconformista, deseoso de novedad. Así somos. Vívidos de cambios, quizá porque no nos gusta lo que se nos presenta, quizá porque vemos un futuro un tanto nebuloso. Además, preocupaciones relacionadas con el amor, el desamor, las dudas en este tema, que son tantas debido a nuestro inexperiencia... También en esta etapa empezamos a pensar, a madurar, a reflexionar de verdad. Y nos damos cuenta de lo complicado que es todo, de la cantidad de preguntas que no tienen más respuestas que la fe o la desconfianza, que la aceptación o la sumisión.
Tenemos el deber de compaginar todo esto y seguir manteniendo nuestras ganas de luchar, pero tenemos fuerza, estamos muy vivos. Aunque a veces, estos sentimientos continuos y sin pausa nos colapsan, como ordenador de memoria llena. Y nos volvemos un poco lentos, nos cuesta mucho concentrarnos. Y al resto del mundo no le importa si el día anterior estuviste pensando en la discusión con cualquier persona cercana, o el dolor que sentiste al tener grabada en tu mente una escena que te hace llorar... Tenemos el deber de combatir todo eso y conseguir liberar nuestros pensamientos, almacenarlos y, aunque más lentos, funcionar.
Y todo esto que acumulamos y que no podemos atender, lo olvidamos saliendo un sábado, sonriendo aunque al principio no salga natural, cantando y bailando, gritando a la vida que aún somos jóvenes y que nada nos podrá frenar jamás, porque podemos con todo y somos máquinas llenas de sentimientos, a veces confusas, bipolares, tal vez inexpertas... pero felices. Así que, señores, aunque esto sea duro -2º de Bachillerato no será nada fácil- todos podemos, somos perfectamente capaces, nada tiene la fuerza para frenar la iniciativa de una persona joven.
De aquí, a mis compañeros de clase, a todos los jóvenes del mundo y a los que lean este blog, aunque sea por equivocación, animo a luchar por lo que queremos, a no rendirnos y a saber llevar esta etapa como se merece, con sus obligaciones y sus momentos de locura, porque, ¿no querréis arrepentiros a destiempo, verdad? Pues eso, no se vengan abajo con un suspenso, no piensen que es "imposible" u os dejéis llevar por la flojera. No abandonen. Sueñen. Es tiempo de imaginar el futuro perfecto e intentar conseguirlo... Ya habrá tiempo de pensar en lo que no pudimos hacer.
PD: Y, ahora que viene muy al caso, pido a todos que luchemos por nuestros derechos, que con tantos cambios, deberíamos plantearnos si son realmente necesarios o es todo campaña política, falta de sentido e inútil. Cuestionemos si juegan con nosotros y hagamos cuanto esté en nuestra mano para cambiar lo que no nos gusta de este futuro que se nos presenta algo crudo.
En la imagen, podemos ver a algunos compañeros de nuestra clase, entre ellos,
Valme Luna (una de nuestras diseñadoras) luchando por nuestros derechos.



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