domingo, 10 de febrero de 2013

¿Cani yo?

La verdad es que es complicado encontrar el significado de la palabra cani. Ni la RAE ni Wikipedia lo recogen, y eso es algo bastante complicado.
Pero, ¿quién no sabe lo que es ser un cani?
Todo el mundo que está leyendo esto ya se ha imaginado al típico niño canijo, con el chándal de Adidas de mercadillo, con la cadena de oro y fumando porros. O en su defecto, a la choni que, como diría Miriam, coge wi-fi con el moño y tiene un loro en la argolla. Pero no señores, están todos muy equivocados. Ser cani es mucho más que eso...

Los dibujos animados.

Estoy segura de que su infancia ha estado plagada de imágenes coloreadas, alocadas, capaces de hacer cualquier cosa. ¿No saben de qué hablo? ¡Estoy segura que sí! Me refiero a esos que cuando precisan de cualquier instrumento (ya sea un hacha, un vaso de agua o una nueva indumentaria) lo sacan de detrás de un árbol, o de una piedra, o de su propia espalda.

No me llames friki.

¡El término correcto es freak!



Deseo... ¿qué deseo?

Muchas personas definen el deseo como necesidad de alguna ausencia, pero ¿qué es realmente el deseo? ¿Siempre es algo material?
No necesariamente el deseo es fruto de algo material, pues aunque sea algo que quieras realmente el deseo tiene otro fin. El fin de

sábado, 2 de febrero de 2013

¿Levadura?

Quizás quiso decir... Telebasura
-Esto solo lo van a comprender algunas personas-

El vacío.

No sé cómo lo haré, ni siquiera si lo conseguiré, pero mi intención es hablar de algo que no se puede palpar, que de hecho, no se caracteriza por lo que es, sino por lo que no es, por la ausencia, por la nada. Es como... intentar entender al número cero. No existe, no se dejen engañar. Deja de ser número por el hecho de no necesitar ser contado.

Y tú... ¿Qué crees?

Se crea o no en estas presencias, en un Dios o en el destino, todos, en el fondo, tenemos esa voz que nos dice que es cierto, que necesitamos creerlo, que es lo mejor para nosotros. Nos dirá la voz que los sacerdotes son unos mentirosos, que las grandes instituciones no valen la pena, que lo único que quieren es controlar nuestra mente, pero que esas creencias no son tan malas, al fin y al cabo, una vez se deshace uno de todos aquellos organismos de poder que intentan pervertirla con reglas e idioteces -y perdón por la palabra- que, en realidad, no dijo ningún profeta y no está recogido en ningún sitio. Porque, si Dios nos dijo Todos caben el reino de Dios(...) Amaos unos a otros (...) es que, en realidad, ni homosexuales, ni mujeres, ni niños, ni animales están fuera de estas creencias. Es que, en realidad, todos, TODOS pueden entrar en esas creencias y compartirlas, sin verse afectados por lo que digan cuatro ancianos que, lo único que quieren, es controlar el mundo a través de algo que, de otra forma, habría sido bueno.

En el extremo...

Muchas veces las personas no se valoran como deben hacerlo y se van hundiendo cada vez más. Porque en esos momentos no miran a su alrededor y piensan en las personas que la apoyan y la quieren, simplemente actúa de alguna forma.
Esto suele deberse a algún tipo de complejo que tenga la persona. Normalmente el ser humano no está de acuerdo con nada de lo que tiene, ya sea su cuerpo, su personalidad, etc...
La mayor parte suele ser por su cuerpo.
Las personas así después de estar machacándose durante días y días suelen caer enferma. Algunas por temor de que vean su cuerpo cogen tal complejo que no salen, y se vuelven antisociales. Otras cogen enfermedades psicológicas, que son las más propensas. Como por ejemplo la anorexia y la bulimia.
Ambas enfermedades se deben al trastorno alimenticio, no tienen