viernes, 31 de mayo de 2013

Retoque fotográfico.

Una de las tareas de informática de esta semana era retocar una foto libremente. Yo he elegido la imagen de los Beatles, porque es un grupo de música que me gusta mucho.
Esta es la foto original:

Volar.

La niña, con caminar indeciso, se acercó a su madre lentamente. Una vez llegó frente a ella, elevó la cabeza y la paró de forma seca, manteniendo la mirada como queriendo sacar su osadía, su valentía, a través de los ojos. Esa valentía que tanto le faltaba...

-Mamá, quiero volar.

Vita est bella.

Espera un momento, párate a pensar. ¿Qué tienes en la cabeza? Sh, no lo digas, ya lo sé. Preocupaciones, problemas, quebraderos de cabeza... Pero te equivocas si piensas que la vida es preocupante, problemática o quebraderadecabeza. La vida no es dolor, ni cambio, ni malestar... Piensa en la vida como algo bello, como el regalo más maravilloso firmado por anónimo.
Miras a tu alrededor y no ves más que cambio, devenir, agobio, gente que se precipita sobre la calle, atareada... Coches, casas altas, ruido; mucho ruido.

Retoque fotográfico



 ANTES:

DESPUÉS:


Para cambiar la foto he utilizado la herramienta de clonar para quitarle un grano que tiene en la barbilla. Utilizando la herramienta de seleccionar por zonas le he cambiado el color del pendiente.
También he seleccionado la flor de la cabeza y la he cambiado de color utilizando la herramienta para colorear.
He seleccionado los ojos y se los he puesto más azules.
Por último le he cambiado el color de los labios.

Imagen retocada con GIMP !!!

El Gimp es un programa con el que se puede hacer retoques fotográficos utilizando las herramientas que necesites. De tal forma que puedes cambiar colores, voltear la imagen, darle luminosidad y varios retoques más.

Aquí os dejo la imagen original para que veáis los retoques que he hecho en la imagen. Aquí también os dejo la explicación.


Retoques de imagen... ¡GIMP!

El editor de imágenes GIMP es un editor de imágenes gratuito que se puede bajar por internet y que viene incluido en LINUX.
Hoy, he usado esta herramienta para mostraros cómo una imagen que puede ser triste, puede quedar muy alegre. Incluso podemos retocarnos a nosotros mismos y ver cómo nos quedarían los ojos de otro color, los labios con un determinado pintalabios, o qué prenda de ropa nos quedaría mejor. Incluso cuántas joyas queda bonito llevar. Y también podemos

jueves, 30 de mayo de 2013

A cada cosa por su nombre.

Cuentan que llegó con sus maletas y se instaló en sus ser.

Magister, i.

Quizá fue su presencia lo primero que me llamó mi atención. Baja por la rampa armado con lanza y escudo -o mapa y maletín, si se prefiere-. Sube a la tarima y, con la virtud de la experiencia, conquista la clase.





Aquel aula, aquella cochera casi subterránea es su medio. No necesita portátiles ni pantallas digitales. Él usa un útil tradicional y preciso: la tiza. De cuando en cuando se saca de la manga algún artilugio para proyectar diapositivas o una radio en la que suena un casete con el "Himno de riego". Esa presencia de la que hablo es su saber estar, su vocabulario siempre exquisito, su ironía discreta, su humor inteligente... Desde la tarima, el aula le pertenece, casi evoca a la terribilitá de las esculturas de Miguel Ángel (...) Apenas me di cuenta de cómo sus palabras calaban hondo, aunque por entonces no las comprendiese: "La Historia no es un cuento". Mi memoria las abrazaba, asimilándolas a mi mente. Y mientras tanto, él construía interminables esquemas en la pizarra. Yo, en aquel tiempo ignoraba que ese era su modus operandi: como sigilosos dedos, abriéndose paso por la mente y sin avisar, enraizaba muy adentro. Invitaba a la lucha, retaba, como susurrando a quien pudiese oírlo: "Adelante, pelea, ya sabes cómo va el juego..." Y tú sonreías intrigada, aceptando el duelo, comenzando a ver cómo todas esas ruecas que ya tú unías en sus esquemas se deslizaban armoniosamente. Guau. La Historia se mueve; es dinámica. Y él sonreía para sí, porque ya te lo dijo... Incrementaba el ritmo, cada vez unía menos piezas, las ensamblabas tú misma para que él te mostrase cómo la maquinaria funcionaba con la precisión de un reloj. Y entonces advertías que el combate nunca fue contra él, dado que luchaba a tu lado, codo a codo contigo, contra todo aquello que te impedía entender. Y justo cuando comprendes la grandeza de su empresa, cuando esas palabras que él hizo descender a tus cimientos florecen y cobran sentido, reestructurándote, él deja de enseñarte Historia del Mundo Contemporáneo. "La Historia no es un cuento... es una herramienta para comprender la realidad". Te deja sus armas y murmura: "Ahora es tu turno". Nunca su racionalidad enfrió la Historia. Solo fue desnudándola para mostrar su primitiva estructura. Sin embargo, ¿quién podría afirmar que deshumanizó de esta forma la asignatura, cuando entre susurros, una clase cualquiera, nos hizo sentir la piel abrasada por las oleadas flamígeras de aquel orgasmo de calor y fuego de las bombas caídas en Hiroshima y Nagasaki? En cada mueca una tragedia; la maquinaria completa: la Vida. Eso me enseñó a mí él:V I D A.