La verdad es que es complicado encontrar el significado de la palabra cani. Ni la RAE ni Wikipedia lo recogen, y eso es algo bastante complicado.
Pero, ¿quién no sabe lo que es ser un cani?
Todo el mundo que está leyendo esto ya se ha imaginado al típico niño canijo, con el chándal de Adidas de mercadillo, con la cadena de oro y fumando porros. O en su defecto, a la choni que, como diría Miriam, coge wi-fi con el moño y tiene un loro en la argolla. Pero no señores, están todos muy equivocados. Ser cani es mucho más que eso...
Confesad, rufianes. Todos, absolutamente todos tenemos un pasado oscuro del que nos avergonzamos: nuestro pasado canorro -bueno, también hay gente que continúa en el presente con ese estilo de vida, pero es la minoría-. Yo hoy tengo una gran labor con esta entrada, y es intentar convender a todos los lectores de que:
1. No miren mal a los canis.
2. No sigan negando lo evidente: fueron canis y siguen siéndolo.
3. Continúen leyendo este blog.
Empecemos por el principio... *tambores* ¡TUENTI!
Él es el verdadero culpable de todo. Vosotros, adolescentes del mundo que os hicísteis un perfil en Tuenti entre los años 2008 y 2009, poniendo más edad de la que teníais, sabréis a qué me refiero: se llevaba ser cani, muy cani.
Si no ponías una foto con tu amigo retocada con el Photoscape donde podía leerse "Ké 0piNaiis D n0S0trRoOss¿?**" o algo por el estilo, no eras guay.
Si no te ibas al parque a hacerte fotos con tus amigos, todas iguales pero con distinta postura, sobre el banco del Parque de las Marismas o en el Parque de los Enamorados y de repente alguien gritaba "FOTO TUENTIIIIIIIIIIIII" y posabas cual modelo profesional, improvisando pero igual de cani.
Si no has admirado a los poetas de la red, que escribían versos tales como "sii Eehta m0orena te vasiilAah tu te KaAYah ii lo AsiimiilaH"
Si no te has hecho fotos en el baño, presumiendo de tu fabuloso váter.
Si no te has hecho fotos en el espejo, procurando que el flash no te tapara la cara.
Si no has vuelto a ver tus primeras fotos, las canis, y has borrado esos comentarios en los que ponías "oleeeeeee esas ninias wuapaaassss bsbsbsbs".
Si no has hecho todas estas cosas... entonces no tenías Tuenti en esos años. Y entonces, tampoco tienes preadolescencia. ¡Sintámonos orgullosos de esos años!

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