Muchas personas definen el deseo como necesidad de alguna ausencia, pero ¿qué es realmente el deseo? ¿Siempre es algo material?
No necesariamente el deseo es fruto de algo material, pues aunque sea algo que quieras realmente el deseo tiene otro fin. El fin de
que algo o alguien te haga feliz, o tal vez no sea ni una cosa ni una persona, simplemente un sentimiento.
A veces el ser humano en su día a día le hace falta ese pequeño matiz que es lo que lo hace feliz y le muestra el sentido a su vida.
Esto puede ser debido al amor, la amistad, la soledad, la llegada de alguna persona, u oír una simple palabra. Algunas de estas cualidades es a veces lo que echamos en falta.
Las personas necesitan sentirse queridas y realizadas, por lo que a veces con una simple mirada, una simple sonrisa, o una palabra, te hace sentir bien. Porque te demuestra que ahí hay otra persona que te necesita, que se siente cómodo contigo, y que aunque duela admitirlo, su vida no tendría sentido sin él o ella.
¿Pero qué sucede cuando lo único que tenemos son cosas materiales y falta ese matiz? Es cuando surge el verdadero deseo, la falta de ese alguien junto a ti o a distancia, no importa donde se encuentre, simplemente necesitas que esté ahí y te lo demuestre. Este sentimiento es el que nos hace ver que no estamos solos y que la soledad en ese momento es uno de los sentimientos que no poseemos. Porque tenemos amigos, familia, pareja, y gente que nos quiere.
Es entonces cuando falta ese matiz cuando empezamos a preguntarnos "¿Y cuando llegará?, ¿Tendré yo también ese sentimiento algún día?"
Y no te das cuenta que ese deseo ya lo posees, que está ahí contigo. El problema es que no sabes a quién le corresponde, pero seguro hay un amigo/a necesario en tu vida, o alguna persona que aunque a veces se muestre estúpido, pasota, o fuera de tu vida, realmente está ahí. Y si algún día no sabes nada de él/ella porque esté lejos, porque no puedas hablarle, o simplemente porque pasan los días y no te das cuenta; ves que tienes esa necesidad hacia esa personas que nadie puede quitarte ni calmarte. Ni decirte "tranquila, está bien, simplemente estará ocupado", no, el único que puede demostrar todo eso es él/ella cuando por fin da señales de vida, y te dice "Hola, sí estoy bien, simplemente estoy muy ocupado" y es entonces cuando te entra la tranquilidad, la felicidad de decir está ocupado pero está conmigo, dedicándome unos minutos que para mi son eternos llenos de momentos especiales, cada uno mejor que el anterior.
Es cuando decimos "no deseo nada más que la felicidad" aunque a veces esa felicidad sea esa persona. Que es quien te hace sentir realizado, tranquilo con tu vida, y sin preocupaciones alguna. Porque eres tú quien le sirve de columna para levantarlo en los malos momentos, disfrutarlo en los buenos, y permanecer firme y constante cada vez que lo desee.
Claro que hay muchos puntos de vista y a veces algún objeto, el dinero, la comida, la ropa, y otras cosas así, son importantes y motivos de deseo para otras personas, pero ¿hay algo más deseable que sentirse querido y sobre todo acompañado? Yo creo que no, pues el ser humano necesita de la compañía y de los sentimientos muchas más veces que de lo material.
Por lo que cada persona somos y poseemos esa columna que nos escucha y nos da apoyo cada vez que lo necesitamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario