...y otros desastres.
Antes que nada, dejo aquí una reflexión que hice tiempo ha en mi blog personal sobre este asunto:
El Dolor es somo una sombra que habita en esa habitación del fondo que cerramos bajo llave. Lo alimentamos y lo alimentamos hasta que un día, que siente que esa habitación es demasiado estrecha para él, sale sin pedir permiso.. -no vayamos a pedirle educación, al fin y al cabo, es el Dolor..- Sale y lo inunda todo. Se extiende por los vasos sanguíneos como un eco sordo. Pero la peor parte del Dolor es cuando araña. Cuando te echas a llorar y sientes cómo retuerce tus entrañas y provoca un daño agudo en el que, por alguna extraña razón, te regocijas..
Personifico a esta sensación porque sin duda, en ocasiones, parece ensañarse tanto con nosotros como si tuviese personalidad propia y esta fuese cruel y despiadada. A veces el Dolor incluso cobra forma; y tiene facciones -unos ojos bonitos, una piel suave- y quizá viste de colores cálidos (...) Pero siempre son preferibles sus rabietas devastadoras a esos períodos en los que pasa trenzando hilos de desesperación con los que más adelante vestirás, porque en esos intervalos, ves cómo se avecina y cómo la correa se cierra en torno a ti... El Dolor es como un parásito que todos llevamos dentro. Un inquilino que se alimenta de nosotros y nos consume simultáneamente.
Hay veces... Hay veces en que la Esperanza es "esa puta que viste de verde" y la odio, porque me hace creer en vano y luego las heridas duelen más. Pero hoy... Hoy vendería mi alma por un poco de esperanza, un rayo verdoso de luz que cambiase los tonos a este gris ceniza en que solo veo desolación.
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