No sé cómo lo haré, ni siquiera si lo conseguiré, pero mi intención es hablar de algo que no se puede palpar, que de hecho, no se caracteriza por lo que es, sino por lo que no es, por la ausencia, por la nada. Es como... intentar entender al número cero. No existe, no se dejen engañar. Deja de ser número por el hecho de no necesitar ser contado.
Además, es difícil comprenderlo cuando no lo has sentido, y he ahí mi trabajo como escritora hoy. Tengo que intentar transmitir y describir algo que algunos lectores no saben lo que es. Pero bueno, hay que ser valientes en esta vida.
Para empezar, buscaré una definición en la RAE, a ver si me anima a seguir y me inspira un poco...
1. Falto de contenido físico o mental.
[...]
4. Hueco, o falto de la solidez correspondiente.
[...]
6. Vano, sin fruto, malogrado.
[...]
10. Abismo, precipicio o altura considerable.
[...]
12. Falta, carencia o ausencia de alguna cosa o persona que se echa de menos.
13. Espacio carente de materia.
Y ya paro. He encontrado la friolera de 14 acepciones para la palabra "vacío" y 10 más con locuciones formadas por ella. Y yo aquí sin saber cómo explicarlo...
Ayudándome de los estudiosos que lograron tal proeza, voy a intentar reflexionar sobre ella, de forma más subjetiva que nuestra Academia, claro está.
Empezaré a analizar cada una de las entradas que he elegido. Mi subjetividad ya ha comenzado, por el hecho de haber seleccionado las que me parecían más interesantes o acordes con el tema exacto que quiero tratar. O al menos, que pretendo.
Para mí, el vacío es cuando te cuesta pensar en cosas bonitas, cuando te resulta difícil soñar, cuando pasan los días sin darte cuenta, cuando la tristeza te anestesia hasta tal punto que no sientes nada.
Algunos escépticos no creerán esto posible. Y hacen bien, pues ello es solo aparente... Bueno, tal vez esa no sea la palabra, ya que no puede verse que no se sienta nada. Pero sabes que está ahí, o que no está. Sin embargo, la realidad es bien diferente. ¡Claro que sientes! ¡Claro que piensas! El solo hecho de respirar te obliga a pensar. No puedes luchar contra eso.
El problema está en que nos queremos autoconvencer. Queremos creernos tan fuertes que seamos capaces de ser de piedra, conseguir olvidar nuestros problemas a fuerza de repetirnos que estamos "vacíos".
Pero el vacío no existe. Como es lógico. De hecho, se define como la ausencia de algo. Es parecido a la nada, pero el vacío parece que tiene continente. ¿Y dónde reside? Metafóricamente podríamos decir que en el corazón, o en el cerebro... ¡Pero a saber! Al igual que la existencia del alma es algo que no se puede comprobar, al menos, científicamente.
Y pueden preguntarse, ¿cuándo te sientes vacío? Pues tal vez ustedes lo han sentido pero no han sabido reconocerlo.
Pues bien, lo que yo llamo "vacío" es aquello que sentimos cuando pensamos que no nos queda nada, cuando nos preguntan cómo estamos y no lo sabemos, cuando evitamos nuestro fuero interno, cuando odiamos ciertas conductas inocentes, cuando pensamos que el mundo conspira contra nosotros, cuando nada tiene sentido, cuando te vienen imágenes a la mente que no sabemos interpretar y nos da tal coraje que las borramos rápidamente, cuando no queremos ni que nos hablen, cuando contestamos mal, cuando suspiras profundamente (para sacar todo lo que tragas), cuando te dicen cualquier comentario insignificante y nos echamos a llorar sin parar... Y hasta que no llega ese momento, no te das cuenta de que no estabas vacío. Pues piensas en lo que te hace llorar, y por estar vacío, ni siquiera te vienen motivos. Y lloras más. Y sigues llorando, hasta que encuentras algo a lo que agarrarte, y eso te hace pensar en otra cosa, y en otro motivo, y en otro...
Y no hay más remedio que ese, el casero... Hay que agradecerle incluso al que te hace ese comentario de "me has decepcionado" o simplemente, "¿qué te pasa?", pues gracias a ellos, después de todo, has sido capaz de vaciar con tus lágrimas ese vacío que te estaba ahogando, que te hacía sentir odio hasta hacia tu propia persona.
Es difícil darnos cuenta de que estamos vacíos. Pero, amigos, sospechen si escuchan mucha música. Música triste. Y te identifiques con canciones, entre otras: "Me callo porque es más cómodo engañarse, me callo porque ha ganado la razón al corazón".
No lo achaquen a los estudios, ni a la edad, ni a su suerte... El vacío llega cuando quiere. Y de la misma forma, se marcha. Aunque como todo bicho prefiere el invierno para resguardarse en un cuerpo indefenso, pues fuera hace demasiado frío.
PD: Os dejo aquí el vídeo con la canción en la que aparece la frase mencionada justo antes. Es del grupo de la Oreja de Van Gogh, pero por ser algo más originales, pongo la versión de una de las cantantes que más fuerte están pegando ahora: India Martínez. Disfrútenla y ¡feliz semana!
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