Se nos acaba el tiempo. Se nos escapa por entre los dedos. Señores, queda muy poco, no se dejen engañar, no cuenten por meses, sino por semanas. El final se acerca, la cuenta atrás ya ha comenzado. Y ahora, parece que va pegando echar una vista atrás. ¿Os apetece? Os invito.
Todo comenzó hace seis años, cuando de repente pasábamos de ser niños a adolescentes. De un año a otro, cambiábamos tanto... Entonces teníamos muchos profesores, acostumbrados a nuestro tutor-casi-padre. Pero sin embargo, el primer año fue divertido, mucha gente nueva, nuevos compañeros, gente con carácteres difíciles. No fue nada fácil, pero se antojaba como un juego. Todos eran mayores. Pasamos de ser los "grandes" a ser los "enanos" ya en el instituto. De golpe, veíamos a gente que no tenía vergüenza, que contestaba a los profesores y llevaban repitiendo varios años.
Después segundo, y tercero... dejamos de dar sociales y naturales para dar historia o geografía, biología o física... Cada vez nos hemos ido especificando más. Éramos parte de grupos, cada vez más numerosos, dicho sea de paso. Y ya en cuarto, teníamos nuestra modalidad elegida: ciencias o letras. Cuarto. Fue un año divertido. Ahora que ha pasado tiempo, parece que todos los años fueron divertidos, todos los años fueron especiales a su manera. Y es que es cierto.
¿Os dais cuenta de la cantidad horas que hemos compartido? Día tras día, pasando semanas, meses, cursos. Cada año se iba uniendo y desuniendo nueva gente.
Por último llegamos a bachillerato y llegó el gran cambio. Nos hicimos verdaderamente grandes, maduramos. Y nos mandaban unos trabajazos de semanas, deberes eternos, asignaturas de estudiar a diario. Esa imposible promesa de estudiar "a diario", de llevar las cosas al día.
¿Pero sabe? Hay gente a la que he conocido en este instituto, en el IES Diego Llorente, mi mejor y único instituto. Él fue quien me recibió y me dio a conocer a mucha gente especial. Algunos se fueron en cuanto dejaron de estar en tu clase. Sin embargo, otros, hay otros que aún siguen en nuestras vidas. Hay personas que permanecerán por mucho tiempo. Parece increíble, pero hay llegado a ser tan especiales que no podría imaginar ir a estudiar sin ellas.
Estos años han estado cargados de emociones, nuestros años de instituto serán recordados durante mucho tiempo. Y entre risas compartiremos momentos ya compartidos. Y tomaremos café en cualquier lugar en Sevilla. O un helado, o un dulce. Y se nos pasarán las horas charlando sobre profesores y sobre asignaturas.
Estos años han sido increíbles, y lo que nos queda. Mucho ánimo, que vamos a echarlo de menos, por increíble que parezca, esta ha sido nuestra segundo casa. Y lo recordaremos con cariño siempre.
Y cuando llegue el momento de la despedida de verdad, cuando seamos conscientes de que no lo volveremos a pisar, entonces será cuando realmente sobren todas estas palabras, y las transformemos quizá en lágrimas o en tristeza. Y tendremos que enfrentarnos a una nueva etapa de nuestras vidas. Una gran etapa.

No hay comentarios:
Publicar un comentario