domingo, 21 de abril de 2013

Teachers, professeurs, lehrer, insegnanti..

Alguna que otra vez he pensado que los profesores no realizan oposiciones. Es todo mentira. Una serie de funcionarios realizan castings de profesores en manicomios clandestinos... No hombre, tampoco te pases xD Pero, ahora en serio, ¿quién no ha pensado alguna vez que los profes están todos locos?

Y es que, sobre todo al principio, un chiquillo con doce años se sorprende por todo aún.
Esta entrada se las dedicaré a ellos, a los docentes, porque con sus idas de olla nos han hecho reír mucho, y porque será eso lo que recordemos al salir de aquí.

Los de Inglés...
-No caía muy bien... solo pretendía que supiésemos un poco de pronunciación. Aunque se burlara de nuestro nivel, Maribel, y aunque no dejase que le tuteáramos, chaval.
- Gran profesor, aunque no diese clase cuando había obras en la calle.
-Quizá la más pirada, aunque ya no esté. Esa mujer que te felicitaba con un bailecillo acompañado de un Very gooooooooooooood! 
-Buena, buenísima dando clase. Todo perfectamente claro pero... ¿me estás mirando a mí, o a mi compañera?
-¿Qué puedo decir? Si nos tiene conquistadas a todas. Aunque no sepamos hacer sus exámenes, aunque sea muy pijo... Si sonríe de esa manera y nos cuenta que pretendía ir a un bar bajuno de EEUU, se nos olvida todo.

Los de Matemáticas...
-Ese hombre al que observábamos detenidamente, no porque no entendiésemos los ejercicios, sino porque le encontrábamos parecido a William Levy. ¡Ay, qué morritos neperianos tiene!
-Sus tizas daban directamente en la frente del individuo si así se lo proponía. Sus voces llegaban a cada rincón del Llorente. Su endemoniados ejercicios no le salían a nadie. Pero todo el mundo aprendía. Qué hombre...
-Lo que menos importaba de él eran las matemáticas -aunque era sumamente bueno en ello-. En lo que todo el mundo se fijaba era en el tinte que se le iba decolorando durante el mes, reconocedlo.
-La profe de matemáticas más mona es ella. Y no es que lo diga yo. Es que nos encanta que haya una historia de amor dentro del instituto. Eso, y que lleve pendientes distintos siempre.
- A mí no me dio nunca, pero no hacía falta para saber cómo era: un niño de cinco años. Esos pantalones altos, los jerséys de rombos, la risilla acompañada de un suave rubor... Era tan adorable que el hecho de que se equivocara sumando pasaba a un segundo plano.

Los de Lengua...
-La grande, aunque no tenga mucha altura. La jefa de todo. La dueña de la biblioteca. Una de las mujeres que puso la primera piedra del instituto. Si te vas y no te ha dado clase, puedes sentirte decepcionado. Es uno de los grandes pilares... Exigente, temida y odiada. Qué mala es la gente; ni su cara ni sus canas tienen la culpa de que no aprobéis, no os metáis con ellas ¬¬
- No hay mujer más madre, ni más inteligente, ni más rubia, ni más blanca, ni con los ojos más azules que ella. Qué agradable, qué sonriente, qué peinada, qué conjuntada va siempre. Sus consejitos de belleza entre frases de Juan Ramón Jiménez nos hacían las clases mucho más amenas. Eso sin contar con cuando se puso a bailar sevillanas con la alemana...
- Nuestro manchonero particular. Esos exámenes de vocabulario, esos dictados en los que quitaba un punto por falta, esas batallitas sobre cómo iba a casa de su mujer cuando llovía mucho y cómo su hermano siempre quiso ser un palomo... Ahora sabemos que trafica con huevos de gallinas felices y no con helados, que sería lo lógico.
- Todo el mundo conoce sus chistes. Es como un niño pequeño, igual de tierno y de inocente. Tan culto, tan culto, tan culto que hasta sabe traducir los hipos de María. Él da sus clases; si no te enteras de nada, culpa tuya es -.- Un consejo: no tiréis el libro de Griego de 1º de Bachillerato.

Los de Biología...
-Esa mujer con la que todo el mundo copia. Esa mujer cuya "s" suena demasiado. Esa mujer  que es la abuela de todos y que siempre lleva el pompi manchado de tiza. Esa mujer cuyos dibujitos nos alegraban la libreta y que ponía tropecientos positivos si tenías las actividades hechas. Esa mujer a quien se le cayeron los exámenes en un charco. Esa mujer que llevaba dos gafas colgadas al cuello. Esa mujer...
-Con la que más aprendí. Sus magníficas expliaciones, sus dibujitos y los problemas que tenía con las hijas eran lo mejor. Porque sus niñas son muy contestonas en clase, pero en el colegio se portan muy bien, no como nosotros. Pobres chicas, si supiéseis que vuestra madre nos enseña que lleva el router del ordenador en el bolso para que no pilléis internet...
- Diría cosas de más gente, pero es que no me ha dado Bio nadie más. Para alguna sugerencia, añadid un comentario ;)

Los de Dibujo...
-Amante de lo abstracto, aunque ello lo englobe todo. Famoso, no por sus clases, sino porque basta que salgas un segundo al pasillo, que aparecerá inmediatamente para decirte que está prohibido.
-Ese hombre que en primero nos hacía copiar cosas como "dejaré de hacer potaje de gomitas", "dejaré de hacer manitas con mi compañero", "mi compañera no es tonta ni le pega pellizcos a los cristales", "hombro" y otros absurdos. Ya no está, no os preocupéis, que su locura no os puede afectar.
- Ella es una dama. Elegante, señora. Recuerdo el día en el que, con mucha ilusión, nos dijo que se casaba. Cuentan por ahí que, si no eres maleducado y lo haces con estilo y glamour, puedes beber alcohol en su clase. Pero, por si acaso, yo que vosotros no lo intentaría.

Las de Filosofía...
- Confesad que no os quedáis dormidos en su clase porque sus constantes palmadas y cambios de tono no lo permiten. Qué simpática y qué andaluza se vuelve poco a poco.
- Ella es puro equilibrio. Creo que si me dijese cualquier grosería con esa voz tan dulce, no me lo tomaría mal. Inconfundible por sus despistes -una vez se olvidó de que teníamos examen- y por sus ejemplos sin lógica -"no puede existir el azul sin nada que lo soporte. ¿Os imagináis que el azul pudiese estar por aquí volando?"-.

Los de Historia...
-Aunque se fue, guardo un recuerdo muy bueno de ella. Señora guapa, pequeña, con unos tacones muy originales, a la que le encantaban las hadas y cuyas anécdotas y cotilleos eran lo mejor de la clase. Parecía malhumorada, pero si le caías bien y sabías redactar, te ponía un diez.
- Roja, desquiciada y hippie ante todo.Con ella aprendimos que Jesucristo dijo "No matarás, pero si son franceses, croatas o rusos, sí" y que lo mejor de la vida es gratis: un mercadillo con tus amigas cuando saquéis la ropa de temporada. Disfrutemos ahora que la tenemos, que un día de estos la fusilan detrás del Llorente.
- "Qué mona va esta chica siempre". Gafapasta y naïf como ella sola. Asegura que no es adicata a las compras, pero nadie la cree. Aunque a veces con el resfriado se le olvide cómo se habla, y diga cosas como "héore rómano", se la quiere un montón. Nos ha prometido que el año que viene tendrá un hijo :D
- Según él, de joven trabajó en la construcción para pagarse los libros. Lo hemos pillado. Seguro que construyó el Llorente. Si quieres localizarlo, busca un mapa que camine. Marxista sevillista. "La Historia no es un cuento". Nuestro Quijote particular.

Los de Francés...
-Ese hombre que nos contaba que tenía un anillo en el dedo mishi que había sido el collar de un mono muy inteligente que le costó 2000 euros. Él, que te hacía aprenderte de memoria el "Paroles pour... ", "L'objectifs de l'unité" y el "Aide grammaire" para que luego te los corrigieses tú mismo con boli rojo. ¿Quién no se lo ha corregido con boli azul para sacar el diez?
-Si quieres hacerla feliz, tráele comida. Si quieres aprobar Francés con ella, no te confíes, porque "caeremos como moscas". Según ella, es muy vergonzosa. JAJAJAJAJAJAJA. No hay clase más divertida que la suya. Aprendemos el Francés de verdad, no el de los libros. Ya sabemos decir "chivato", "chócala", "te echo la cruz", "sinvergüenza" o "pelota/chaquetero". Aunque ella siga diciendo "mecano" y no "vegano", pero bueno...

La de Latín...
-Ejemplo de orden, claridad y estructura. Aunque hayamos descubierto que no es su hijo quien decide qué tema nos entra en el examen, se lo perdonamos porque nos encanta que le den ataques de risa recordando a La mula Francis. Ella, culta cultísima, cuando se enfada solo dice "Que os calléis, lechuga". 

Gracias a todas y cada una de las personas que se dedican a educar nuestras mentes. No sé si sois conscientes de que vuestra huella quedará en nuestro recuerdo para siempre. Ya formáis parte de nosotros.

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