No es la primera vez que hablo de la Iglesia en este blog. Pero en esta ocasión me gustaría que el artículo no girase en torno a ella... Porque la verdad es que a mí lo que me interesa es lo que hay detrás, o debajo, o donde sea, pero al fin y al cabo: la clave.
Preferiría no repetir mi opinión sobre la institución de la Iglesia católica española. Pero unos artículos atrás dejé en el aire el asunto de otra religión más... Y es que yo creo que rectificar es de sabios. Bueno, como dije en ese artículo anterior, me he dado cuenta de que a mi racionalidad le satisface la mayoría de las teorías materialistas, algo en mí se rebela y grita que N O P U E D E S E R S O L O E S O.
Dejando a un lado la degradación que el poder provoca en todo aquello que toca -sea o no tocado por la divinidad...-, recientemente he descubierto el efecto de la religión en las personas y es francamente fascinante.
Quiero decir, es mucho más difícil negar la existencia de Dios cuando ves a alguien afirmar cómo ha cambiado "su presencia" en la vida de alguien y eres testigo de ello. Una fuerza sin origen aparente, sin motivo...
Una persona que cae, cae y vuelve a caer y que se levanta sonriendo, y dice: Confío en Él.
Y otra persona. Y otra. Y otra más... Y así millones.
Así fue cómo desde hace unas semanas comencé a replantearme la existencia de Dios. A ver, yo nunca la había negado abiertamente. Mantenía una actitud... ¿agnóstica? Llamémosla así. Crítica, pero no destructiva, desde luego.
Pero vuelvo a poner en tela de juicio todo. Ay, por mucho que leo y trato de creer o confiar me resulta extremadamente difícil. Siento como si descargase mi responsabilidad en esa ente que no termino de... Entender.
¿Y si Dios es el reflejo de nuestro afán de autosuperación, nuestro coraje? Ese yo que es realmente bueno; tanto, que se nos hace difícil pensar que sea parte de nosotros... Y lo atribuimos a un ser superior.
¿Veis? Ya vuelvo a dudar de todo. Filosofía es una asignatura que tiene un efecto terrible en mí. Nietzsche y su martillo me hacen replantearme si no será que tenemos miedo de aceptar que hemos matado a Dios, no tenemos referencias y esta absurda especie que somos, que puede ser tan miserable y a veces tan maravillosa ha evolucionado y somos esos superhombres...
O... ¿Y si esos superhombres necesitan algo que adorar para encontrar esa fuerza? Quizá lo que queda de Dios los ayuda a ser mejores y en el fondo sigue ahí ese referente. Pero si fuese así cualquiera podría ser un referente. No tenemos por qué adorar a Dios. Simplemente adorar... Podríamos adorar la vida, las flores, el cielo azul de un día de primavera, un atardecer que se quiebra en mil colores, una tormenta en verano, o a esa persona por la que deseas ser mejor.
¿Y si esa es la verdadera naturaleza de Dios? Un Dios inmanente. Existente o no, pero respecto al cual esa cuestión es irrelevante... Un Dios que puede ser o no ser pero emana de todo. Un Dios debajo de la piel de todo.
Un Dios personal para cada persona. Pero que siempre sacará lo mejor de cada una... Mirar a unos ojos añil y ceniza y perdonar por ellos, amar a través de ellos, mejorar para ellos. Y adorarlos. Y adorar la vida, el mundo en el que te has despertado, cada sonrisa y cada lágrima. Y adorar a Dios a través de ellos exista o no exista. Porque, ¿qué más da? Tú ya tienes una razón por la que ser un superhombre...
Dijo Calixto: Melibeo soy, y a Melibea adoro, y en Melibea creo y a Melibea amo.


Nietzsche queda muy bien estampado en una camiseta o con su gran bigote decorando una taza de desayuno...es como el que se va de acompañante una noche al hospital y a la media hora no sabe como colocarse en el sillón...Nietzsche se asomó al precipicio que cada uno lleva dentro y que también lleva dentro un gato, la novela de un Nobel, un atardecer, un te quiero y un teorema de matemáticas de putamadre...y como los precipicios dan vértigo si ademas insinúan el infinito... pues que te voy a contar
ResponderEliminarTengo examen de Nietzsche el jueves que viene, y mientras más le pregunto a mi profesora de Filosofía sobre él, más me dice que me limite a mis apuntes. Recuerdo un chaval obsesionado con él en Pequeña Miss Sunshine... Y cuando vi a este personaje, pensé que entendía aquella vez que me dijeron: "Dios quiere que lo matemos". Pero no, por mucho que Nietzsche diga que lo hemos matado, no entiendo por qué él querría eso...
ResponderEliminarNietzsche al lado de Kant o santo Tomas o Platon...es bastante flojito...mucho grito, aforismo y filosofia a martillazos...¿qué hace Nietzsche? Nietzsche dice que la filosofia anterior a él ha admitido como principio y axioma que la ultimisima palabra sobre lo que es el bien y el mal, la belleza y la fealdad, la verdad y la mentira,.....pertenece esa ultima palabra a una naturaleza superior y perfecta llamada Dios (realidad personal o no personal)...y esto ha influido en la manera de ser de los hombres (cultura y tradición greco-cristiana) y en el XIX esa palabra la tendría la ciencia. Bueno pues Nietzsche manda a tomar por el culo esa CULTURA y su fundamento: DIOS en su version teologica y metafisica. Los hombres que ceden y admiten que OTRO (Dios, la Ciencia o la TV) diga qué es el bien la verdad....esos hombres son mediocres (cultura greco-cristiana) y hace falta que lleguen superhombres que digan ellos mismos o que creen ellos mismos sus propios valores...por dónde se comienza para darle la vuelta a la cultura y se transmuten los principios y valores que impide que el hombre sea superhombre...pues suprimiendo su fundamento...matando a dios y de esa manera se cae todo el tinglado....El hombre creador de valores es como el niño que hace y deshace figuritas porque sí...Si Nietzsche escuchase a Eduardo Punset y viese a la gente hincando la rodilla cuando habla Eduardo Punset...se agarraria la cabeza con las manos y desapareceria corriendo y gritando por el horizonte...
ResponderEliminarMi hermano detesta a Nietzsche porque según él esa "moral del señor" es la moral de aquellos que nos esclavizan.
ResponderEliminarEn general no es que Nietzche me parezca un filósofo muy convincente, puesto que a mí eso de que no tenemos referentes no me termina de llegar. Sin embargo, tampoco es que yo siga a ningún filósofo en particular, pero en cada uno nuevo que estudiamos, me fijo y trato de reflexionar sobre lo que dice y termino plasmándolo aquí puesto que he de escribir semanalmente y bueno, mis pajas mentales causadas por las clases de Filosofía al menos tienen su vía de escape.
Como de todos los filósofos, de Nietzsche también saco una idea que me parece bonita y trato de asimilarla. Con él es la idea del eterno retorno, justo cuando dice que ya que nuestra vida se repetirá una y otra vez, la hagamos digna de ello. Que cada acción por ordinaria que sea sea merecedora de una repetición infinita. Nietzsche era un excéntrico, pero tiene cada idea...