Femme, donna, woman... mujer

Hoy en día nacer mujer no es ninguna enfermedad, como se creía antes. No es malo. Muchas parejas desean tener hijas en lugar de hijos, y, aunque aún no hemos recorrido todo el camino, somos aceptadas en la sociedad...

Pero, ¿En la sociedad mundial? Una encuesta reciente demostró cuales eran los peores y los mejores lugares para nacer mujer. Sorprende que el peor país para ser mujer esté dentro del G20. Un país asiático, exótico, precioso...
India. En India son capaces de abortar si saben que el feto es una mujer, tirar a los bebés niñas a la basura ¡¡E incluso enterrarlas vivas!! Las niñas son casadas a los diez años, y además de eso, los padres deben dar una dote a la familia del marido. Esto conlleva que, si la dote no se considera suficiente, la familia adoptiva trata a la nueva mujer como una esclava, como un mulo de carga. ¿De verdad se puede permitir esto en pleno siglo XXI?

Otro mal país para ser mujer es China. Con la nueva política del hijo único las parejas ya no quieren tener niñas. Si las tienen, muchos las ocultan para poder tener un varón, y si las autoridades le dan a elegir entre su hijo o alguna de sus hijas (sólo uno), la familia elige al niño, enviando a las niñas a barracones donde las dejan encerradas, al cuidado de otras niñas desechadas.China, el gigante económico, es uno de los países donde la igualdad es cada vez menor; China, el país de mentalidad comunista, donde hombres y mujeres NO son iguales.

En África aún hay países que practican la ablación del clítoris. Aunque hay países que la tiene prohibida, las madres llevan a sus hijas a otros países donde esta práctica esté permitida para poder hacérsela. Ya ni la ley puede desarraigar la igualdad en la sociedad.

No obstante, no perdamos la esperanza. Hay lugares en el mundo donde la mujer, por fin, ha encontrado su lugar. Hablo de Canadá, el mejor país para ser mujer. Japón, tan cerca de China, es el séptimo mejor país para ser mujer. Sin embargo, los chinos no parecen apreciar la igualdad de su vecino.

El mundo está, definitivamente, dividido para la mujer. A un lado, la desigualdad total y la marginación más mala de todas; al otro lado, la igualdad, el respeto y la libertad de elegir. Un mundo dividido en el cielo y el infierno para la mujer. Esa es la mayor desigualdad de todas, no poder elegir hogar.

Debemos seguir luchando por obtener lo que nos pertenece, el respeto y el apoyo del mundo, de la Tierra, de nuestro hogar. Mujeres del mundo, no agachéis la cabeza: levantadla y enseñad a todos que nosotras también tenemos orgullo. Demostremos de qué somos capaces.