Futuro

Qué miedo da esa palabra a algunos.

A veces me pregunto qué será de nosotros en diez años, si nos saludaremos por la calle o pasaremos de largo, como hacen muchos adultos. También dudo de si nos reconoceremos. Mi madre me ha dicho muchas veces

-Mira, Valme, ¿ves a aquella mujer de allí? Fue mi compañera en el colegio, pero seguramente ya no me recuerda.

Y probablemente no lo haga, o tal vez sí, pero no se saludan porque ambas piensan lo mismo.

He empezado esta entrada dando por sentado que vamos a vivir todos en el mismo pueblo o en la misma ciudad y que vamos a coincidir. Pero, ¿y si no es así? ¿Y si cada uno de los alumnos de 2ºBHA cuando pase un tiempo se va fuera? Sevilla, Málaga, Madrid, Oviedo, Escocia, EEUU, Chile... Todos soñamos, y lo exponemos públicamente, con irnos fuera y ver mundo y todas esas cosas que se dicen cuando uno sueña despierto. Pero, ¿a alguien le queda esa esperanza? Me consta que sí.

Sin embargo ¿quién de nosotros no ha dicho "cuando seamos grandes, haremos..."? Y si te vas a otro país, ¿cómo vamos a seguir contándonos las penas mientras cenamos? ¿Cómo vas a asegurar que pasaremos todos los cincos de enero en el chino? ¿Y las fiestas de pijama? ¿Y los días de campo?  ¿Y los sábado noche en la biblioteca?

-Resumiendo, que no os vayáis. A parte de que adoro a mi HA y que quiero seguir viéndoos, hay que levantar España-

A parte de todo esto, si nos vemos ¿será siempre de casualidad en la calle? Pensad en vuestros padres y en sus amigos de cuando eran jóvenes, y todas esas famosas frases que siempre dicen pero que nunca cumplen:

1.A ver si te llamo y nos tomamos algo.

2. Ya nos vemos un día de estos.

3. Perdí tu número; dámelo y a ver si estamos en contacto.

Muchos "a ver si..." que yo quiero cumplir con mis compañeros, con vosotros.

Aunque ya seamos viejos y amargados, y tengamos hijos o sigamos sin creer en el amor en pareja.

Y quedar un día y recordar el café en el Guadalquivir, el día del Teatro, los aplausos insonoros de Francés, la tire-lire, los interminables exámenes de Alfredo, las traducciones sin pies ni cabeza de Latín y Griego, las clases por la tarde de Geografía con Ángeles, lo mona que viene siempre Tere o lo pesado que es Manolo Páez cuando no quiere que salgas al pasillo.